¿Bajo rendimiento de agua después de la perforación? Podría deberse a detalles operativos descuidados.

¿Bajo rendimiento de agua después de la perforación? Podría deberse a detalles operativos descuidados.

Después de perforar un pozo con mucho esmero, es posible que el rendimiento de agua sea bajo y el agua esté turbia. Esto a menudo no se debe a la ausencia de agua subterránea, sino a que se han pasado por alto o no se han realizado correctamente detalles operativos clave durante la perforación, la limpieza y la protección del pozo. Muchos problemas pueden resolverse con procedimientos adecuados posteriores a la perforación.

Razón principal: Limpieza incompleta del pozo. Este es el problema más común. Los pozos recién terminados están llenos de lodo y arena sobrantes de la perforación, lo que obstruye la entrada de agua. Bombear unas cuantas veces no es suficiente. Se requiere un bombeo intermitente de alta intensidad y a largo plazo (horas o incluso un día entero) para eliminar repetidamente el agua turbia hasta que esté completamente limpia y libre de arena fina. Este proceso es como destapar una tubería de agua nueva: solo enjuagando a fondo las paredes del pozo y el área alrededor de la capa filtrante se puede permitir que el agua subterránea fluya sin problemas.

Razón principal: Tratamiento inadecuado de la tubería de filtración o del área alrededor de la pared del pozo. Si se perfora un pozo en una capa arenosa propensa a derrumbarse y no se instala una tubería de filtración adecuada (una tubería con pequeños orificios o ranuras para evitar la entrada de arena) en el lugar correspondiente, o si el medio filtrante (como arena gruesa y grava) alrededor de la tubería no se llena de forma correcta o uniforme, la arena fina obstruirá el canal de entrada de agua, lo que afectará gravemente la salida de agua. De ser necesario, es posible que se requieran herramientas especializadas para reparar o volver a tratar esta área.

Una causa que se pasa por alto fácilmente: Problemas en la selección e instalación de la bomba. La potencia, el modelo y la profundidad de la bomba deben adaptarse a las condiciones del pozo. Si la bomba se baja demasiado poco, es posible que no pueda bombear a capas de agua más profundas; si se baja demasiado, cerca del fondo del pozo, puede resultar en una baja eficiencia de bombeo o en la entrada de demasiado sedimento. La entrada de la bomba debe ubicarse en la sección de la tubería de filtración, asegurándose de que haya una distancia segura entre esta y el fondo del pozo.

Otras posibilidades: Bombeo excesivo o protección inadecuada. El bombeo continuo de gran volumen en un período corto puede causar una disminución temporal y significativa del nivel freático, lo que también puede hacer que el volumen de agua parezca menor. Se debe permitir que el pozo se recupere lo suficiente. Además, un cabezal de pozo mal sellado puede permitir la filtración de aguas residuales o residuos superficiales, lo que podría contaminar y afectar la fuente de agua.

Si su pozo produce poca agua, no se dé por vencido fácilmente. Revise cada paso sistemáticamente, comenzando por limpiar a fondo el pozo, inspeccionar el sistema de filtración y verificar la instalación de la bomba. Este método a menudo puede mejorar eficazmente el flujo de agua. Si es necesario, consulte a un técnico de perforación de pozos con experiencia para obtener un diagnóstico y tratamiento profesional.