Sistemas de Perforación Dedicados para Excavaciones Arqueológicas: Micromuestreo y Protección Estratigráfica

Sistemas de Perforación Dedicados para Excavaciones Arqueológicas: Micromuestreo y Protección Estratigráfica

En la exploración arqueológica, los métodos tradicionales de excavación pueden causar daños irreversibles a artefactos subterráneos y estratos históricos importantes. Por lo tanto, se han desarrollado sistemas de perforación dedicados para la excavación arqueológica. Su núcleo reside en el uso de técnicas de microperforación —precisas, controladas y precisas— para lograr una exploración no destructiva o poco destructiva de la información enterrada, proporcionando una base científica para las decisiones arqueológicas y maximizando la preservación de la apariencia original del sitio.

La esencia de este sistema es el muestreo de perforación miniaturizado y refinado. A diferencia de la perforación de ingeniería, utiliza microperforadoras con diámetros extremadamente pequeños (típicamente de unos pocos centímetros a decenas de centímetros) para penetrar diferentes capas culturales con mínimas aberturas físicas. El proceso de perforación es extremadamente lento y cuidadoso, y combinado con técnicas de extracción de núcleos continuos o segmentados, puede extraer suelo, inclusiones (como fragmentos de carbón y pequeños artefactos) e incluso depósitos frágiles de capas culturales desde diferentes profundidades hasta la superficie intactos en forma de muestras columnares, similares a una "paja". Esto proporciona muestras microscópicas invaluables para analizar la secuencia cronológica de un yacimiento, los cambios ambientales y el alcance de la actividad humana, sin necesidad de excavaciones a gran escala.

La protección estratigráfica es el principio fundamental de todo el proceso. El sistema está diseñado para minimizar la perturbación de los estratos. Se emplean métodos de perforación de baja vibración y baja velocidad para evitar dañar la estructura original y las relaciones de superposición de los estratos. En combinación con el posicionamiento de alta precisión y las tecnologías de imágenes subterráneas (como el georradar en miniatura), la forma, la profundidad y el material de los restos subterráneos pueden determinarse preliminarmente sin excavación, lo que orienta la selección de puntos de perforación y evita la perforación directa de artefactos valiosos. Todas las muestras de núcleo extraídas se numeran, sellan y registran secuencialmente, estableciendo un archivo subterráneo completo.

Este enfoque transforma la perforación de un método exploratorio destructivo a una herramienta científica de diagnóstico. Permite a los arqueólogos obtener información crucial a un coste mínimo antes de realizar excavaciones a gran escala, lo que les permite desarrollar planes de excavación con la máxima precisión científica y proteger con mayor eficacia el patrimonio cultural irremplazable. Esto representa una dirección importante para el desarrollo de la exploración arqueológica moderna hacia el perfeccionamiento y el avance tecnológico.